Experimentos Nocturnos
- Aroa García Muñoz
- 6 oct 2016
- 1 Min. de lectura
Experimentar con la luz es una de las cosas más divertidas de la fotografía y, aunque no siempre salgan buenos resultados, siempre son muy interesantes.
En primer lugar para poder "jugar"con la luz en plena calle tiene que anochecer, y no no podemos permitir perder la posibilidad de fotografiar un atardecer. Aunque ayer no fuese un día con un atardecer impresionante, sigue siendo un atardecer en Toledo, una ciudad que nunca defrauda.

Una vez ha anochecido lo que más llama la atención en el cielo es la luna, que aunque ayer no había luna llena, sigue siendo igual de bonita y difícil de fotografiar. De verdad, no he visto nada tan difícil de fotografiar que la luna, y eso que está ahí quieta, esperando a que hagas la foto más maravillosa del mundo, pero una vez que la has hecho y ves el resultado parece que se esconde. La luna es bonita pero tímida.

Ha llegado el momento más divertido, el de jugar con la luz. Las largas exposiciones dan mucho de si cuando hay completa oscuridad y un foco de luz. Es posible dibujar y escribir con ella, o crear composiciones de diferentes colores y tamaños dependiendo del foco. Pasearme con el coche en frente de la cámara con el Alcazar de fondo fue una gran idea y de ella salió esto:
