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Fotografía Nocturna

Aprovechando la excursión a Las Barrancas de Burujón, pasamos por un pueblo abandonado llamado Caudilla. En este pueblo hay un castillo medio derruido, el cual es un reclamo para la fotografía nocturna ya que no hay nada de luz artificial cerca de él.

Una vez colocada la cámara en el trípode, llegó la hora de enfocar. Después de varios intentos fallidos usando un flash externo, llegó Bea (nuestra profesora) a salvarnos con la llamada hiperfocal.

¿Que qué es la hiperfocal? Pues muy sencillo, es la distancia más corta a la que puede enfocarse un objetivo de forma que su profundidad de campo se extienda hasta el infinito o, en palabras que todo el mundo entienda, es la distancia en la cual si se enfoca a un objeto, todo lo que esté detrás de él aparecerá también enfocado.

Llevando esto a la práctica, Bea se colocó delante de nuestras cámaras y se iluminó la cara con una linterna para que pudiésemos enfocarla correctamente. Al colocarse en la distancia hiperfocal de nuestros objetivos, todo lo que estuviese detrás de ella (el castillo) estaría enfocado.

El mejor resultado que obtuve fue este:

ISO 800-F/3.8-30 seg.


Una vez hechas unas cuantas fotografías más, me fijé que todas salían igual y decidí probar a cambiar el balance de blancos para ver qué resultados obtendría. El resultado fue que conseguí diferentes tonalidades en la misma imagen:


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