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Una foto vale más que mil palabras

Desde que el ser humano empezó a existir, las disputas entre nosotros no han cesado. Estamos muy acostumbrados a ver gente peleándose, desde por un simple choque en la calle hasta por un país entero.


La violencia nos acompaña diariamente, vemos noticias de guerras que dejan miles de personas muertas, pero estamos tan acostumbrados a verlo desde pequeños que ya no nos impactan, y si lo hacen es solo durante unos minutos, porque después de esa noticia vendrá otra diciendo que algún famoso ha sido arrestado por conducir ebrio y la anterior noticia se nos olvidará por completo.

Tan normalizado tenemos el hecho de que haya guerras que nos han proporcionado “vivir” la experiencia desde casa con juegos que nos involucran en un determinado bando y nuestra meta para completar el juego es matar a todos los componentes del otro bando. Pero después de haber matado a unos cuantos personajes o que nos hayan matado a nosotros podemos irnos a algún bar con los amigos.


Leyendo el periódico, encontré una noticia que recordaba el estado en el que se encuentra Siria. Todos hemos oído hablar de la guerra en Siria pero poca gente sabe lo que realmente está pasando en ese país.


Lo que me llamó la atención de esta noticia fue la forma de expresarse que tuvo un periodista durante una conferencia sobre medios de comunicación: “A ver quién es el listo que puede explicarnos lo que está pasando en Siria”.


Estas palaras empujaron a Grégoire Lalieu, periodista belga de Investig’Action, a escribir Yihad made in USA, un libro de investigación de unas 300 páginas plagadas de citas y referencias que deja ver las contradicciones de la propaganda y se aferra a los hechos para resolver dudas acerca de lo que está sucediendo en Siria.

Lo que incitó a Grégoire Lalieu fueron las la palabras de un periodista, pero una imagen vale más que mil palabras, y si unas simples palabras pueden hacer que se investigue y se sepa más sobre un conflicto, una imagen puede conseguir eso y mucho más.

Aquí entra el trabajo de los fotoperiodistas, gente que se juega la vida para proporcionar al resto de la humanidad información sobre un lugar inaccesible para personas que no sean soldados.

Para reconocer el trabajo que hacen estos fotógrafos se celebran cada año galardones como el Premio Pulitzer o el Word Press Photo. Estos premios no sólo reconocen el trabajo de los fotoperiodista sino que, por su repercusión, acerca a más gente la situación en la que se encuentran los países en guerra.


Cada año hay una fotografía que impacta al mundo entero, pero a lo largo de los años unas pocas se nos han quedado grabadas en la mente. Algunos de los fotógrafos que nos han marcado son los siguientes:


Huynh Cong Út, conocido profesionalmente como Nick Ut, es un fotógrafo vietnamita nacionalizado estadounidense (nacido el 29 de marzo de 1951 en Long An, Vietnam, vive en Monterey Park, California) que ha trabajado más de 35 años para la agencia Associated Press (AP) y cuyo trabajo más icónico fue la foto de la niña Phan Thị Kim Phúc, de 9 años, cuando corría desnuda hacia la cámara, mientras escapaba de un ataque cercano de napalm en Trang Bang, durante la guerra del Vietnam.


Kevin Carter fue un reportero gráfico sudafricano, miembro del Bang-Bang Club, que ganó un Pulitzer en 1994 por fotografiar a un niño sudanés famélico con un buitre detrás.

Samuel Aranda es un fotógrafo español. Recibió el Premio World Press Photo of the Year de 2011 por una fotografía sobre una madre que consuela a su hijo herido en el conflicto de Yemen.

Para entender un poco mejor cómo viven y trabajan los fotoperiodistas os recomiendo que veais el documental "No me lames fotógrafo de guerra".


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