Historia a partir de una fotografía
Una fotografía puede inspirar una cosa u otra dependiendo de la persona que la mire. Una buena actividad para desarrollar nuestra imaginación es inventarnos una historia a partir de una fotografía.
Pues bien, aquí va la mía:
Suena el despertador. Mark se levanta, va al baño, desayuna, se viste y coge el autobús para ir a clase como todas las mañanas. Al llegar a clase se sienta en su sitio de todas las mañanas. Pasa una hora, y otra, y otra, cada vez se hacen mas largas, como todas las mañanas. Llega a casa, come y se prepara para ir a la biblioteca como todas las tardes. Llega a la biblioteca y busca algún sitio donde sentarse para estudiar lo que ha dado en clase esa mañana. Como todas las tardes. Sale de la biblioteca con la cabeza llena de información, la mayoría innecesaria. Está preparado para vomitarla a la mañana siguiente, como todas las semanas. Vuelve a casa, cena y se va a dormir, como todas las noches.
Mark lleva haciendo esto todos los días de todas las semanas de todos los meses de todos los años de su vida desde que tiene conciencia. ¿Por qué? Por el "éxito asegurado".
Mark lleva pensando unos meses sobre su monotonía, sobre su vida sistematizada para agradar a unos pocos. Se replantea todo sobre esa vida. Imagina otra vida. No quiere pasar toda su vida así. Todas las vidas alternativas le gustan más que la suya.
Mark decide que no quiere estudiar más, ha elegido rehacer su vida haciendo todo lo que le gusta, sin oficio fijo,sin etiqueta. Se sienta en la mesa para cenar con su familia, como todas las noches. Duda un momento. A los diez minutos se decide. Le comenta todo lo que lleva pensando esos meses a sus padres. Espera un largo minuto alguna respuesta. Su padre se levanta de la mesa y se va al salón a ver la televisión, como todas las noches. Su madre comienza a llorar en la mesa, como todas las semanas. Mientras que llora recogiendo la mesa pronuncia un rotundo "No".
Mark se refugia en sus amigos esperando otra respuesta. Se equivocaba. Otro rotundo "No". "Lo tuyo es estudiar Mark, eres el mejor haciendolo". Prueba con su profesor sin conseguir otra respuesta. "Sigue estudiando Mark, llegarás lejos".
Mark hace caso a todos, sigue estudiando, todo el día, todos los días. Y ahí se queda, atrapado en su rutina, con la duda de qué habría pasado si hubiese cogido el otro camino, atrapado, envejeciendo hasta que no quede nada de él.